sábado, marzo 21, 1992

Amar... Amor...

Amar, amor,
amar tus negros ojos
cuando al mirarlos, me dicen que me quieren
pero otras veces, estoy sufriendo tanto tanto
si al encontrarlos, están airados; cuánto.


Amar, amor,
amar tus tiernas manos
si con ternura infinita, despiertan mis encantos
y no quisiera yo, que un día no sé cuando
no me encontraran ya, si advierten su rechazo.


Amar, amor,
amar sin desencanto
sin que en el alma se albergara tanto llanto
cuando el silencio reemplazara el encanto
de esta ilusión que muere, sumida en el quebranto.


Amar, amor,
amar con tanto encanto
que aunque el dolor y la pena, turbaran nuestro pacto
no fuera tán difícil, ni tan amargo el quebranto
que en honor de este Amor; empezaramos de nuevo

y ¿hasta cuando?


2 comentarios:

JCB dijo...

Soy amante de la poesia y sobretodo de aquella que hace oda de lo sublime.

Le felicito y le agradezco el que haya venido usted a engalanarnos la blogesfera con su verso melodioso.

With All Due Respect

P.D. No sabia que se blogeaba desde el '92 (ha, ha!)

Ana Oquendo dijo...

Saludos Sr. Bilbraut, soy el editor de este blog.

Ciertamente que ni mi madre, ni yo, blogeabamos en el '92. Lo que sucede es que decidí utillizar la fecha en que mi madre originalmente escribió el poema como la fecha del post. Esto me pareció más interesante pues aunque el lector sabe cuando se actualiza el blog al llegar a este tendrá que buscar el contenido nuevo.